La historia que hoy quiero contar es la historia de miles de jóvenes actualmente, obligados a emigrar en busca de un trabajo, un futuro, persiguiendo unos sueños que les fueron negados en su país de origen.
La diferencia es que esta historia ocurrió hace 30 años. Cruzaste el charco, sin más conocimiento de España que el que permitía el regimen, te aventuraste para dejar atrás un modo de vida que no estaba hecho para ti. Y aquí estás, aún dejandote la piel, por ti y por nosotros, tanto tiempo después.
Papá, ójala todo el mundo tuviera los cojones que tu tienes y luchara por sus sueños como hiciste y sigues haciendo tú. Feliz día del padre.
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